

Esta es la breve historia de María, tan breve como su vida, pues vivió sólo ocho años.
Una noche, sus padres salieron a cenar y cuando ella se vio sola en su casa, se puso bien su inseparable lazo rojo frente al espejo, y se sentó en el sillón a ver la televisión. De pronto, la televisión se encendió por el canal local y dieron la noticia de que un loco se había escapado del manicomio y que tenía fama de asesino. María no le dio la más mínima importancia y se fue a su habitación a dormir.
Cuando estaba durmiendo, se despertó y bajó a beber agua. Pero cuando volvió a su habitación vio a un hombre, con la cara herida, y con unas tijeras azules en la mano. María se dio cuenta de que se trataba del hombre que había visto en las noticias y empezó a correr como nunca lo había hecho. Pero el hombre la alcanzó, le hizo un corte en el cuello y María murió.
A lo largo de los años se creó la leyenda de esta niña. Dijeron que si cogías unas tijeras azules (las tijeras “asesinas”), le enroscabas un lazo rojo (el lazo inseparable de María) y si abrías las tijeras y las cerrabas ocho veces (los años que tenía María cuando murió), frente a un espejo (la última vez que María vio su rostro), se te aparecía el fantasma de la niña y te contaba su trágica muerte.
En mi época, la protagonista no se llamaba María, sino Verónica, pero la historia se repetía tal cual... Probablemente si te remontas a tiempos pasados, encontrarás esta misma leyenda urbana relatada de diferentes formas... Los cuentos se repiten y la humanidad los va trasladando de generación en generación... Siempre ha sido así...
ResponderEliminarTiene razón Israel, no logró recordar que nombre le dabamos, puede que Rosario. Cuentos van y vienen en la historia de la humanidad. El fondo es el mismo, solo cambian las formas. ¿o no?
ResponderEliminaruff da un poco de cage jejej
ResponderEliminaresta muy bien
verdad esque si porque a mi me contaron una historia igual que era la hija del diablo llamada verónica, que si ponias unas tijeras abiertas a las 12 de la noche frente al espejo y decía 8 veces verónica las tijeras serían clavadas en tu frente y morirías...bueno eso es lo que he escuchado!
ResponderEliminarbesos!
La verdad es que tiene un cierto parecido,pero quiero aclarar que no quise hacer un plagio de la leyenda de Verónica, ni mucho menos, y según he entendido se repite solo en lo de las tijeras, por lo que no se le parece en tanto.
ResponderEliminarEspero que os haya gustado.
Saludos.
No me referia a eso sino que es muy parecida la leyenda como dijo israel y tambien conozco muchas otras parecidas, la mayoria son iguales!
ResponderEliminarBesitos!
No Cristina, no entiendas mal, jaja!! Es que en la literatura universal los temas a los que recurren y las historias son similares. Cambia la forma, el tiempo, el espacio, los nombres, pero siempre se repiten los argumentos... Esta historia que contabas, probablemete en pueblos de Cuenca, de Almería, de Burgos o de Alicante se repetirá con distintos personajes, pero con als tijeras siempre presentes... Estas historias no son propiedadd enadie, si no de todos... Así que tú, has capturado y escrito la que se cuenta aqui, en Marbella...
ResponderEliminarNunca he escuchado esta historia, pero la verdad que da un poco de susto. Aunque nunca hay que creer en esas cosas, porque lo que tenga que suceder, sucederá.
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