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domingo, 16 de noviembre de 2008

El pisito

Por Ramón Soto.


Un hombre se levanta minutos antes de la salida del sol. «¿Por qué esta maldita persiana se sube con una manivela? Podían haber puesto una con correa», se dice somnoliento mientras el café sube en la cocina. De camino a su trabajo piensa que, de no ser por la cercanía del bloque a la empresa (que le permite amanecer algo más tarde que el resto e ir caminando), el piso de alquiler que simula habitar le resultaría insoportable. Esa puerta que más parece una lámina de papel, a prueba de nada; las losetas agrietadas del baño, cuyo grifo gotea de hace tiempo; aquel mínimo cuartucho de trabajo, que apenas da para una mesilla mientras los libros se le amontonan en cajas que no puede desembalar porque la dueña no colocó más que una estantería; ese colchón de la cama de matrimonio, de labilidad tal que sus conquistas ni siquiera acceden a pasar la noche entera con él; esa tele, ojo vigilante del salón (víctima del diseño sueco) en torno a la cual se organiza; aquel menaje tan ridículo que tuvo que guardar porque no le dañase la vista. «Si las cosas no hubieran venido así de mal dadas», se resigna al evocar la ruptura justo antes de embarcarse en la compra del adosado de sus sueños. «Instalados en la rutina… se habría instalado ella», quiere consolarse.«Enhorabuena», le dejaron dicho todos, desde sus padres (que veían cerrado el ciclo por que su vástago ya era un propietario probo) hasta el notario que dio fe de la venta y el traspaso escritural, amén de los del banco, los compañeros de la empresa (a quienes ya veía bebiendo elegantes combinados en su pendaison de crémaillère) e incluso aquellas chicas tan amables de las tiendas de decoración que frecuentaba últimamente. Cierra la puerta y abre el horizonte de realidad de su proyecto, cimentado sobre cordilleras de revistas de arquitectura e interiorismo, tras las cicatrices dejadas por aquellos búlgaros que le reformaron el piso a su antojo. Los espacios minimalistas, la ágil combinación de texturas del suelo, la biblioteca fastuosa y bien iluminada. «Ya solo falta convertirla en un hogar», se reafirma orgulloso el hombre mientras sale a su terraza, tan amplia que los farolillos que ha comprado se le antojan pocos. La vista le permite pensar que hasta el sol se despide de él todos los días justo antes de esconderse tras las lomas cercanas. Justo abajo, en un parque lisonjeado por cuantos tienen el placer de conocerlo, unas niñas con ropa deportiva parecen discutir (el entorno diluye aun los enfrentamientos) por unas pelotas de tenis y un señor en traje saca a un perro con pinta de pedigrí señorial.«¿Hasta dónde hemos llegado, que la gente te obsequia con botellas de aceite?», se pregunta mientras rocía los mullidos cojines del sofá (el útil más caro de la casa) y prosigue por diversos muebles de madera. «Definitivamente, algo no marcha bien», bascula la cabeza al arrojar una cerilla ardiendo sobre el líquido oleaginoso. Baja a la calle y se sienta frente a la casa de su propiedad. Cuando ve las llamas salir, como pidiendo auxilio, por su terraza, las comisuras de sus labios se estiran hacia arriba.

17 comentarios:

  1. ahora mismo no se por dónde meterle mano...

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  2. ¿Era acaso algo parecido a ésto lo que pretendía cuando quería que escribiésemos sobre un loco?

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  3. No lo entiendo muy bien, cuando estaba en su piso alquilado en el campo, no le gustaba porqué no era un hogar acogedor, y cuando tiene el adosado de sus sueños lo quema.
    ¿Por qué esa reacción cuando tiene lo que tanto quería?

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  4. ¿Qué oscuro pensamiento o acontecimiento de su ser o su vida ha plasmado en esta inquietante obra? Exigiré explicaciones mañana en el recreo.

    P.D. Por más que lo intento, no logro sacarle fallos, maldita sea mi ignorancia.

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  5. Nunca nos conformamos con lo que tenemos, aspiramos a más.
    Y cuando tenemos lo que deseamos, ya no lo queremos.

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  6. Para Sara.

    Gracias por tomarte la molestia de leerlo. Buena pregunta (eso es lo que se dice cuando no se tiene ni idea de qué responder). Lo cierto es que no sé muy bien por qué el protagonista tiene esa reacción. Acaso Calíope lo ha visto más claro, me gusta su lectura: el hombre ha visto que la causa de su infelicidad estaba en su deseo por acumular posesiones, se ha dado cuenta y ha comenzado su proceso de renuncia. O a lo mejor es que a veces es necesario destruir algo para darse cuenta del valor de la pérdida. Aunque, si hablamos de cuánta tierra necesita un hombre, la mejor respuesta creo que la dio Tolstói, en un relato que me parece genial (solía mandarlo en 3º -¿Lo leíste, Calíope?). Lo tienes en http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/tolstoi/cuanta.htm

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Leí el relato hace dos o tres días y lo que más me gustó fueron las partes en las que aparece el sentido del humor. He recordado mucho las imágenes de la última frase sobre todo al escuchar la canción Ayer quemé mi casa, de Quique González.
    Me ha gustado mucho, especialmente por cómo está escrito.
    Saludos, Gonzalo Prieto.

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  9. A menudo he contemplado personas que cambiaban el monisimo pisito de su barrio de siempre, pagado a mas inri, por la pretenciosa fastuosidad de la adosada de sus sueños. Adosada que a la larga, como en las peores pesadillas, termina convirtiendose en la fea de la pelicula. Ademas de ser la que se queda con la mayoria del sueldo, la hipoteca es lo primero, la calefacción, la luz, las zonas comunes, las privadas son secundarias de importancia. Mas de uno descubre apesumbrado que en su barrio vivia mejor. Cierto que con menos zonas amaestradas en jardineria e incluso menos metros de vivienda, pero mas vida y mas soltura.
    Ufff siento la extensión en mi comentario. Me ha gustado mucho

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  10. Por ahora no lo he leído, porque este año estoy en 3º de ESO.

    Un Saludo!

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  11. Mi patria está en tus brazos.. decía el poeta... Lo material que nos rodea es tan volátil como las llamas del incendio que todo lo arrasa... Mi patria está en tus brazos, esta es mi patria...

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  12. Sí, recuerdo haber leido ese relato en 3º.
    Intenta conseguir tanto, y al final, se queda con lo que realmente necesita, el espacio que ocupa su tumba.


    ¿Es que el protagonista de "El pisito" no necesita nada?

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  13. Uf, abruman tantos parabienes. Para el siguiente intentaré fracasar mejor.

    A Gonzalo. Si no envías nada pronto seré yo quien mecanografíe tus trabajos y los publique aquí. Sería un privilegio que pudiéramos leerte en estas páginas. Escuché a Quique González; muy bien (de él me gusta "Vidas cruzadas").

    A Israel. No sabe cuánto admiro su prosa descriptiva. Cautiva leerlo. Todas mis sospechas se verían confirmadas si me dice que se sabe de memoria "Las cerezas del cementerio", ese prodigio de Gabriel Miró. A propósito de las patrias, me entusiasma todavía la "Carta al rey Melchor" de Albert Plá (una de las mejores canciones de amor que he escuchado en mucho tiempo).

    A Calíope. ¿Por qué no le damos la vuelta a la pregunta? ¿Es que se necesita algo?

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  14. http://www.diariodenavarra.es/20080323/economia/salvate-hipoteca-quema-tu-casa.html?not=2008032301405945&idnot=2008032301405945&dia=20080323&seccion=economia&seccion2=internacional&chnl=30
    Dice así:

    "Sálvate de la hipoteca, quema tu casa"
    - Agobiados por las deudas de sus hipotecas, algunas familias de Estados Unidos llegan al extremo de quemar sus propias casas con el objetivo de cobrar el seguro y así poder pagar lo que deben al banco
    - Muchas de las personas que quemaron sus casas fueron llevadas ante los tribunales, de donde salieron con más deudas
    - Al final de 2007, más de una de cada cinco hipotecas de alto riesgo estaban en morosidad grave, según la Reserva Federal


    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/JAeN/GITANOS/acusado/quemar/casas/gitanas/Martos/dice/actuo/humanitarismo/elpepisoc/19910116elpepisoc_1/Tes/
    Dice así:

    Un acusado de quemar casas gitanas en Martos dice que actuó "por humanitarismo"

    Antonio Espejo Cañadas, de 32 años, y Antonio Espejo Gay, de 23, únicos encausados por la quema de 42 viviendas gitanas en la localidad de Martos (Jaén) el 12 de julio de 1986, prestaron declaración ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Jaén. Ambos acusados defendieron su inocencia ante el tribunal. Mientras Antonio Espejo Gay negó toda vinculación con los hechos, Antonio Espejo Cañadas reconoció que estuvo presente cuando las viviendas fueron quemadas y que actuó "por una cuestión humanitaria".


    http://www.desastres.org/noticias.php?id=05032008-04
    Dice así:

    Detenido por Quemar Casa con Su Mujer Adentro
    05/03/2008

    BURGOS, España (EFE).- Miembros del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Burgos a T.M.E, de 73 años, como supuesto autor de sendos delitos de incendio y violencia de género al prender su vivienda cuando su mujer, de 62 años, se encontraba dentro, según ha informado la Subdelegación del Gobierno.



    La casa está que arde
    Un abrazo abrasivo a todos

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  15. Ramón:
    Me anoto para las tareas gráciles los siguiente ejercicios: Leer "El Cementerio de las Cerezas" de Miró y escuchar "Carta al rey Melchor" de Albert Plá. Aún habrá muchas sospechas que revelar, ¡¡jaja!!

    Esteban:
    Ahora se queman las casas como antes se quemaban las naves...

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  16. No sé pero, el tipo se ha quedado hasta feliz. ¿Nos borramos del mapa para quitarnos de problemas?

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  17. Laura Rodriguez.
    Soy de la opinión que las correas de las persianas son aún peor que las manivelas.(experiencia propia).
    Por ese aspecto el piso ya merecía haberse salvado de la quema.Una lástima.

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