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domingo, 23 de noviembre de 2008

La magdalena del "sabio".

Por Alba Mª Chacón (BC2)


Un día a un hombre le fue entregada una magdalena.

No sabía por qué ni para qué; ni siquiera sabía si le darían otra cuando se comiera esa. Simplemente se la dieron.

De pronto, varios interrogantes surgieron en su cabeza. ¿Por qué esa magdalena y no otra? ¿Qué sentido tenía que se la hubieran dado? ¿Para qué la quería?

Así, comenzó a sentir curiosidad por su composición química, el porqué de su forma, por qué estaba envuelta en ese tipo de papel y no en otro, qué era lo que la hacía tan blanda y esponjosa… Su mente empezó a divagar buscando respuestas a estas cuestiones que sin lógica alguna atormentaban su alma. La angustia de no saber anidaba en lo más profundo de su ser. Anhelaba conocer más y a cada respuesta encontraba otro interrogante.

Tan ofuscado estaba examinando la magdalena que no se percató de que el tiempo no pasaba en vano por ella. Su exposición al ambiente la deterioraba por momentos: se endurecía poco a poco, los insectos la picaban, una ligera capa de moho empezaba a recubrirla… pero estaba ocupado analizando los datos de su investigación y dejó de lado el pequeño pastel. Sólo quería saber por qué se lo habían dado y con qué fin; el pastel en sí pasó a un segundo plano. No percibió que se estaba echando a perder y que sus oportunidades de aprovecharlo, o mejor dicho disfrutarlo, se agotaban.

Para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. La magdalena se había podrido y él no había sacado nada en claro. Ya no importaba de dónde venía o quién se la dio, sólo sabía que la había perdido.

7 comentarios:

  1. Bravo. No sé, cuando empiece el taller, quién va a darle las clases a quién.
    Homenajazo a Proust; además, como escribió Gil de Biedma (y le gusta repetir a Esteban, aunque yo no esté de acuerdo), "que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde".
    Ojalá pudiera despertar. Eso ya presupondría haber dormido.

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  2. ¡¡Qué buena metáfora y, como apunta Ramón, pedazo homenaje a Proust!! Es como un refrán que he escuchado muchas veces en una voz querida... Es que los árboles no le dejan ver el bosque...

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  3. Increible, Alba, no sabía que escribías!!! Es sorprendente como perdemos el tiempo, toda la razón!

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  4. Pienso en Proust (¡pobrecillo!) Y en Gil de Biedma que se enteró demasiado tarde de que la vida iba en serio. Y pienso en nosostros (¡pobrecillos!), aquí, dándole vueltas a las palabras, mirando a ver cómo queda mejor, si así o asá... jajaja... ¡Monos pretenciosos dándole vueltas a las palabras como a un invento recién descubierto!... Y se nos pasa el tiempo. ¡Que se nos va la Pascua, mozas!... (Está cantando Bob Dyland: silencio, charlatanes...!)

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  5. Macbeth:
    Life's but a walking shadow, a poor player
    That struts and frets his hour upon the stage
    And then is heard no more: it is a tale
    Told by an idiot, full of sound and fury,
    Signifying nothing.
    (William Shakespeare, Macbeth, V, 5)

    Lord Polonius:
    What do you read, my lord?
    Hamlet:
    Words, words, words.
    (William Shakespeare, Hamlet, II, 2)

    "I try to show the schemers how pathetic their attempts to control things really are" (Joker, en Batman. The Dark Knight)

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  6. hola, me ha gusta do mucho tu relato de la magdalena. Espero que siguas escribiendo.


    un saludo.

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  7. ¡Uff, por fin (tras varias semanas intentándolo) he conseguido entrar! Me sorprende ver tantos comentarios.

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