Texto de
María Cuevas.
E.S.O. 4ºB
Antes pensaba que el toro de la vega era una tradición y que no había por que
quitarla, pero he cambiado de idea porque me he quedado sin argumentos para
defenderla y me han dado motivos para pensar que hay que quitar esta tradición
medieval.
Tal y como dice el actor Alex (Unax) Ugalde: “Si los toros son cultura, el
canibalismo es gastronomía”
Son ya casi 500 años desde que se viene celebrando el Toro de la Vega en la localidad
vallisoletana de Tordesillas. Un torneo que consiste en lancear a un toro
hasta la muerte a pie o a caballo salvo que el toro consiga escapar de la zona
delimitada algo que ha ocurrido en dos ocasiones en los últimos 20 años, por lo
que la mayoría de los toros mueren. Como dice la cantante Amparanoia: “El toro
sufre, el toro sangra, el toro muere. ¿La fiesta dónde está? ¿En la violencia y
la muerte como diversión?”.
En el torneo
participan medio centenar de lanceros, esto, a mi parecer, es una forma un poco
cobarde de matar al animal ya que son montones de personas contra el pobre toro
solo e indefenso que aunque lo quisiera con todas sus ganas no podría salvarse.
Cuando el toro ya ha sido abatido muchos de los participantes se manchan con su
sangre para demostrar que han participado en el torneo. Como si esto fuera una
heroicidad y por ello tuvieran que decir “¡Mirad lo he matado, he sido yo. Un
hombre valiente y honrado!”
Un buen ejemplo de este torneo es el de este año. El toro se llamaba Vulcano y pesaba casi 600
kilos. Ha terminado su vida bajo el tronco de un árbol donde ha sido lanceado
por dos personas al menos durante media hora hasta su muerte. Por lo que ha
tenido una muerte torturadora y lenta"
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